¿Renunciar a ella?
Es lo más lógico. Lo más racional. Sin duda, lo más sencillo. Para ella. Para mí.
Pero, ¿Renunciar a ella?
Mentirle y decirle que no pienso en ella.
Que no la recuerdo cada día. Que no guardo sus regalos.
Traicionarme y deshacerme de esa otra vida que marca una paralela en mi mano.
Dejar de hacerla reir. De acostarme tarde. De desafiar las líneas.
Aunque nos dolamos, y nos frustremos. Aunque nos cortemos.
Renunciar a ella.
No podemos dar órdenes a las olas. No podemos dibujar y borrar constelaciones.
No podemos renunciar a nosotros.
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Qué dificil que es renunciar cuando se ama.
ResponderEliminar¿Y por qué renunciar?...
ResponderEliminarLánzate en plan "Banzaaaaai" contra lo que te ha hecho plantearte detener las olas...
Simple, creo yo.
Ánimo, Don Quijote..
No es tan sencillo como parece.
ResponderEliminarPaulette se ha enamorado de tu Blog.
Bonito.
Un beso fluorescente,
;)
tampoco es tan dificil como parece, acuéstate y despiértate junto a ella, se sincero y sobre todo ama :)
ResponderEliminarPara eso está Sancho, para ponerte la armadura, intentar abirte los ojos, colocarte la lanza en la posición correcta, y darte el hungüento con olor nauseabundo si no puedes vencer a los gigantes..
ResponderEliminarP.D:¿¿Cómo que incongruente??... No sé qué interpretación dar a ese adj con respecto a mi blog..:O? De todos modos gracias por visitarmeeee..:D