viernes, 26 de febrero de 2010
La situación era completamente ridícula. He tenido que irme.
Me hacía mucha ilusión ese concierto. Me gusta esa música. Además, al entrar he visto el cartel de Grease. Sería estupendo. Puedo permitirme un par de entradas.
Pero bueno, al final se me ha deshinchado todo. Y la situación era completamente ridícula.
Como si yo fuera ajeno a mi.
Un montón de gente mirando. En nuestro palco, uno esperaba que el tiempo pasara, otro miraba al persusionista, otro trataba de comprender. Y yo mirándolos. En el escenario la banda daba todos esos acordes tan vitales, tan llenos de energía, tan triunfantes y felices, tan desincronizados conmigo que parecían que me evitaban, resbalaban alrededor de mi cabeza y se estampaban contra la pared.
Me planteé salir al bar de al lado, pedir algo rápido, volver en el descanso. Pero nah.
Y la situación era ridícula.
Así que he tenido que irme.
Una lástima. Era bonito.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)