Datos personales

Mi foto
Some people have an angel on one shoulder and a devil on the other. Me, I've got a hat and a vest, Acid and Sour, Jazz and Tango.

miércoles, 31 de marzo de 2010

Si de verdad esta vez es un largo hasta luego, no quiero que llores.

No quiero que desperdicies un solo segundo de nuestros últimos días, al menos en un temporada, en derramar una sola lágrima. En vez de llorar, encuéntrame. Cambia los sollozos por besos. Cuando empieces a estar triste, desnúdate.


No quiero perder un segundo contigo en lamentos. Lloraré todo lo necesario en cuanto ese tren empiece a alejarte.
Pero contigo, no quiero ni una lágrima. Ni un segundo gastado en tristeza, derramado en la angustia, ni un pensamiento doloroso. Cada momento que estemos juntos, simplemente, estaremos juntos. Nada más.


Eso es lo que quiero.

domingo, 28 de marzo de 2010

Un día escribiré la última entrada de este blog.


Os dejo a todos advertidos.



Será:

"Lo conseguimos."

miércoles, 24 de marzo de 2010

Conmigo.

Sé que eres lista. Sé que eres guapa.
Que tienes una opinión formada.
Que eres valiente.

No te juzgo.

No necesitas demostrar
que eres lista
ni tener siempre
la razón.

No necesitas
la última palabra.

No necesitas demostrarme
que eres mejor
que esa otra
que tienes más clase.
Lo sé.

No necesitas ser
la que más dinero gana
ni tener la mejor nota
(una calificación
es sólo un número
ya sé lo buena que eres
en lo tuyo).

No necesitas demostrarme
cada día
que eres perfecta.


Déjame ser tu hogar.
En mi
puedes relajarte
quitarte el tacón
ponerte el pijama.
Puedes comer con los dedos
y manchar la mesa.

Puedes reir
hasta perder las formas
o dormir la siesta.
Levantarte tarde.
Dejarme ser yo
quien te deje
el zumo y la leche
(y las galletas de dinosaurio)
junto a la cama.


Amor.
Conmigo
puedes equivocarte.


martes, 23 de marzo de 2010

Fueron una ida y una vuelta.


Y ahora resulta que soy demasiado viajero.

sábado, 20 de marzo de 2010

Da igual, no puedes negarlo.


Existe el amor de las novelas.

Es el nuestro.


"Ojalá no te quisiera tantísimo."


Llámalo amor de calle, llámalo cotidiano, disfrázalo del nombre que quieras.

Pero no puedes negarlo.
El amor de las novelas,
es el nuestro.

viernes, 19 de marzo de 2010

La escena era como de Rayuela, u otra de esas novelas donde cosas tan descabelladamente extrañas ocurrían con normalidad, y un poema tan malo formaba parte del ambiente decadente, de la escena absurda, divertida en su caoticismo, con un poeta malísimo recitando junto a una paloma de plástico, sí, eso era realmente disruptivo, y poco antes nosotros contando los céntimos para pagar una cerveza y un refresco, un libro de Alberti en el bolsillo, una escena cien por cien Cortazariana, ellos amantes sin remedio, ella con dolores, él se acerca a la barra a pedir un analgésico pero ella no lo sabe, él toca una nana en el piano del café pero hay demasiado ruido y ella no lo sabe, no lo ve desde allí, y luego esos poetas tan abrumadoramente malos, y las risas, el ratón Disney recitando y luego a casa, una noche rara, nada por seguro, al fin y al cabo se iba mañana, y yo, mientras tanto, que puedo hacer sino quiererla, como voy a seguir quieriéndola cuando suba al tren, como la he querido toda esta semana, como la he querido estos años y como la querré los siguientes, resignado ya a el amor, a esa condena vitalicia de la que no me voy a librar, y asumiendo eso, me pongo de su parte y lo defiendo, lo lucho porque nada puedo hacer si no mas que Síndrome de Estocolmo y amarla y lucharlo, y llevarla a los recitales más cutres del mundo para que pueda reprochármelo y reirse, esa risa, ella no lo cree pero está guapísima cuando se rie, y todo esto cuando volverán las oscuras golondrinas candemor fistro pecadorl o algo así, una chorrada del estilo y me aguanta, y me quiere, sé que me quiere, y sé que no poco, pero ella quizás no lo tenga tan claro, o sí, pero no comprende lo que significa, ni lo que vale, o sí, y todo es una enorme y molesta táctica de distracción.


En cualquier caso, iré a recoger ese pañuelo.

miércoles, 17 de marzo de 2010

Nothing can defeat me.
No one can help me.
Nothing can kill me.
Nothign can revive me.

Nothing can worry me.
No one can calm me down.
Nothing can make me sad.
Nothing can make me happy.

I love nothing.



But you.




Nothing can defeat me but you.
No one can help me but you.
Nothing can kill me but you.
Nothing can revive me but you.

Nothing can worry me but you.
No one can calm me down but you.
Nothing can make me sad but you.
Nothing can make me happy but you.


I love nothing but you.


[Llegué a pensar que no volvería a utilizar esta etiqueta]

viernes, 5 de marzo de 2010

Personajes

Me ha gustado encontrarme con ese hombre, vestido con traje de chaqueta color césped y una corbata de los simpsons, como un leprechaunt con gigantismo metido a empresario.

Me ha gustado también, como siempre, cruzarme con ese pobre. Un hombre mayor, con pintas de haber sido un gran hombre, que perdió el dinero pero nunca la dignidad. Con su traje negro (siempre el mismo), su bastón, nunca pide limosna. Vende cupones, o revistas, o lo que se lo ocurra y haya podido comprar. Pero nunca pide limosna.

Me ha gustado, especialmente, encontrarme con el hombre que toca el acordeón, siempre en la misma calle. Metido en un portal, porque llovía, viendo pasar un montón de gente. Lo he oído de lejos, y lo he reconocido. Hay varios que tocan el acordeón por aquí, pero a él lo reconozco, me gusta lo que toca, cómo lo toca. Me ha gustado la sensación de regalar magia que he sentido cuando lo he cruzado. Me ha gustado cómo me ha mirado y me ha dado las gracias, sin dejar de tocar, cuando le he dejado una moneda.
Especialmente, me ha gustado su sonrisa, sincera, cuando le he respondido: "A ti."

Poco después, cuando he vuelto, no estaba.


Quizás, cuando alguien le ha agradecido que regale música en la calle, ha dado su labor por concluida y ha vuelto a casa satisfecho.