No importa lo que finjamos creer. Tú y yo no somos amigos.
No podemos serlo. No nos sale.
Lo intentamos.
Pero nos escalamos poco a poco, de las manos a la cara, desde el miedo, desde el no deber, desde el no poder evitar escalarnos.
Y cuando nuestras pieles las separan dos milímetros de tela, cuando hay entre nuestras bocas tres centímetros y unos aleteos de moral reinterpretada, y el tiempo se arremolina caprichoso, ¿Con qué derecho podemos llamarnos amigos?
Podemos disimular.
Pero no importa lo que finjamos creer.
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No podeis ser amigos, pero al menos lo intentais.
ResponderEliminarA veces es cierto eso de que ciertas personas no pueden ser solo amigos...
Besos.
Cuando se deja una puerta abierta, se lucha. Cuando se deja claro lo que se siente, y quieres a esa persona, la dejas en paz. Sobretodo cuando no puedes ofrecerle más de lo que ya sabes que no le sirve. Porque, evidentemente, ha conducido al desastre.
ResponderEliminarÂme Noire
Y pelear por dejar de ser amigos no es una opción?
ResponderEliminarDepende de que tanto quieras arriesgar... se necesita valor para dejar atras el ser SOLO AMIGOS...
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